Contexto
historicocultural y filosófico.
NOTA:
El contexto de Nietzsche y el de Marx son muy similares, pues ambos
se sitúan en el s. XIX.
La
vida de Friedrich
W. Nietzsche
abarca la segunda mitad del siglo XIX
(1844-1900). Éste es un periodo bastante agitado
en
toda Europa, con numerosas transformaciones
sociales, políticas y económicas.
Por un lado, supuso el final definitivo del Antiguo Régimen, y la
aparición de las Democracias Constitucionales, y por otro lado la
Revolución Industrial y el Capitalismo se extendieron por todo el
antiguo Continente. A finales del XVIII se habían producido la
Revolución Francesa, la Independencia Americana (y a continuación
la del resto del continente) y otras muchas reformas en toda Europa,
siempre justificadas desde el punto de vista de los grandes
ideales de modernos de libertad y de progreso.
Incluso Napoleón y su avance bélico por Europa había percibido por
algunos pensadores como el último paso para la consecución
universal del desarrollo. Sin embargo, conforme se ejecutan los
ansiados ideales modernos, estos producen efectos contrarios:
guerras, explotación, miserias, desigualdad, etc. Por eso es
también un período de
enorme
diversificación
política,
con la aparición de numerosas corrientes (socialismo,
liberalismo,
anarquismo,
nacionalismos, movimientos obreros...) que fomentan la disputa
política y enfatizan el papel del ciudadano. En Alemania, que a
finales del XIX intenta afianzar una identidad propia, las cuestiones
económicas, políticas y sociales se asumen como una cuestión
nacional.

Por
otro lado el desarrollo científico y tecnológico produce también
efectos contradictorios. La Revolución
Industrial supuso
la evidencia definitiva de la importancia de la ciencia y sus
utilidades para la humanidad. Esto generó una gran espectativa. A
mediados del XIX la mayor parte de Europa estaba altamente
industrializada y la máquina
de vapor
era el ejemplo más claro de supremacía de la razón humana sobre la
naturaleza. Pero la mecanización, tanto de la fábrica como de las
comunicaciones no habían conseguido "liberar"al ser humano
de sus grandes males.
En
cuanto a la cultura en general, ésta participa también de un
periodo revolucionario extensión de la educación, popularización
de la literatura y el arte, proliferación de periódicos, etc. El
Romanticismo
refleja
todas las contradicciones del mundo contemporáneo: las expectativas
de la tecnología frente a la naturaleza, la fuerza y la persistencia
de ésta, el desarrollo racional humano, y la deshumanización
de la vida cotidiana, etc.. En Alemania el romanticismo se vincula al
incipiente nacionalismo (Goete,
Holderlin,
Wagner...),
y, aunque sirvieron de enorme inspiración para Nietzsche, éste
finalmente resultó muy crítico con el conformismo que les achacaba.
En
lo que respecta a la filosofía
europea del XIX, ésta también refleja toda esta ambigüedad. La
crítica ilustrada a la metafísica y la separación definitiva de
ciencia y filosofía habían debilitado a esta última. Sin embargo,
las grandes revoluciones en la ciencia y en la política abrían
nuevos temas filosóficos. No sólo numerosos pensadores debaten
sobre el papel de ser humano en el revolucionario mundo
contemporáneo, sino que la reflexión se extiende a la ciudadanía
en general, que comenta los periódicos y debate en los cafés y
salones sobre el darwinismo,
la antigüedad de la tierra, el papel del ser humano... Por ello, en
la ciencias “humanas” y en la filosofía, aparece una corriente,
el Positivismo,
que pretende extender la mentalidad cientificista a estos dos
ámbitos. En Alemania se estaba forjando una tradición propia en
Filosofía: Kant,Hegel,
Schoppenhauer...
Estos autores suponen siempre tanto una insistencia en el
racionalismo y el cientificismo, como una crítica al mal uso que
hacemos de estas herramientas.
Con
tanta agitación, no sólo teórica, sino también revolucionaria,
los ideales de la Ilustración (progreso, desarrollo social,
libertad, la “promesa emancipadora”...) comienzan a derrumbarse.
Precisamente Nietzsche será uno de los mayores críticos teóricos
de estos ideales modernos y también de toda la tradición
occidental, considerando que lleva siglos por un camino erróneo.
Nietzsche utiliza las nuevas formas de pensamiento contemporáneas,
como el evolucionismo, aunque a menudo también las critica por
considerarlas un elemento más de la consolidación de ese error.
Información complementaria
BIOGRAFÍA (No necesario para Selectividad)
Friedrich W. Nietzsche nació en Röcken, (Turingia) en 1844, hijo de un pastor evangélico, que murió cuando él aún era pequeño, lo que hizo que Nietzsche creciera en un ambiente completamente femenino, dominado por el pietismo protestante (aunque acabaría volviéndose ateo). En la escuela recibió una sólida formación humanística, interesándose especialmente por la antigüedad clásica. Por ello, más tarde estudió filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, entrando en contacto con la filosofía de Schopenhauer (que también influiría decisivamente en la formación de sus ideas) y con la música de Wagner, a quien más tarde conoció personalmente, y del que fue un apasionado admirador.
Con apenas tenía 25 años, Nietzsche fue nombrado profesor extraordinario (y luego catedrático, sin ni siquiera examinarse) de filología clásica en la universidad de Basilea, gracias, sobre todo, a las alabanzas de sus profesores y a los extraordinarios trabajos filológicos publicados antes de terminar sus estudios. Participó brevemente en la guerra franco-prusiana, aunque, llevado por su antigermanismo, renunció a la ciudadanía alemana para nacionalizarse suizo. En 1872 publicó “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música”, donde presenta unas teorías geniales pero muy controvertidas, por lo que fue duramente criticado por los filólogos más académicos y tradicionales (aunque fue recibido con entusiasmo por Wagner). Desde ese momento su obra, que es cada vez más filosófica, irá siempre dirigida hacia la crítica de la tradición y la cultura occidental y su confianza en la razón y la ciencia.
En 1876 la salud de Nietzsche comienza a ser cada vez más precaria y tuvo que pedir la jubilación (padecía fuertes y constantes jaquecas, lo que le dejaba incluso ciego). La ciudad de Basilea le pagó una pensión durante el resto de su vida, aunque se dedicó a viajar constantemente a climas más favorables (inviernos en Francia e Italia, y veranos en los Alpes).En 1881 Nietzsche conoció a Lou Salomé, de la que se enamoró profundamente, aunque no fue correspondido (ella se casó con un amigo suyo). Entre 1883 y 1889 vivió dedicado a pensar y a escribir, pero sus obras no tenían el éxito esperado y Nietzsche se iba quedando cada vez más solo (se distanció de Wagner, su hermana, que lo había cuidado toda su vida, se casó...). A esta época pertenece la obra seleccionada, “El Crepúsculo de los ídolos” (1888). A principios de 1889, en Turín, cuando ya estaba casi ciego, Nietzsche sufrió una crisis de locura de la que no se recuperó. Nietzsche vivió los últimos doce años de su vida en un estado de aletargamiento, bajo los cuidados de su madre y luego de su hermana, hasta que murió en el año 1900.
Información Complementaria:
En el pensamiento de Nietzsche suelen distinguirse tres grandes períodos. El primero, que abarca desde sus estudios en Leipzig hasta 1877, está representado básicamente por su obra El nacimiento de la tragedia desde el espíritu de la música. En ella Nietzsche establece la distinción entre el espíritu apolíneo, que expresa el mundo como representación (artes plásticas) y el espíritu dionisiaco, que lo expresa como voluntad (música). Nietzsche exalta lo dionisiaco, que interpreta como encarnación de la voluntad de vivir, frente a lo apolíneo, que representa la huida ante la vida. El ideal estético del espíritu dionisiaco es el drama wagneriano, que pone en escena la fuerza incontenible de la vida.

Precisamente la ruptura de Nietzsche con Wagner es el hito que marca el tránsito del primer período al segundo, que vadesde 1878 hasta 1882. Nietzsche reprocha a Wagner el haber cedido, en su obra Parsifal, ante los ideales del cristianismo, intrínsecamente contrarios a las fuerzas de la vida. En este segundo período, Nietzsche se aparta de los ideales y maestros que había admirado hasta entonces, se muestra crítico hacia el arte y la metafísica y se vuelve hacia el positivismo naturalista de la Ilustración, aunque sin caer en el culto al progreso. La obra central de este período es Humano, demasiado humano. Un libro para espíritus libres (1878-1880), dedicado a Voltaire.
El tercer período del pensamiento de Nietzsche arranca el año 1882 con la publicación de su obra Así habló Zaratustra. Las doctrinas de este período parten de la concepción de la vida como dolor, lucha e irracionalidad que había aprendido en Schopenhauer, pero rechazando la actitud de resignación ante ello. Nietzsche tenía la intención de presentar estas ideas en una obra sistemática que debía titularse La voluntad de poder, pero no pudo terminarla. Fue publicada después de su muerte con las anotaciones que se encontraron entre sus papeles póstumos.
La obra seleccionada, Crepúsculo de los Ídolos (1888), pertenece a este periodo. En ella Nietzsche repasa su crítica a la tradición occidental (que empezaría por Sócrates), a los grandes mitos modernos y los valores cristianos. También critica a quienes en otra época fueran sus inspiradores, Shopenhauer y Wagner (la obra está escrita buscando un claro enfrentamiento con éste, parafraseando su "Crepúsculo de los Dioses").Esta obra está plagada de ironía y de critica a otros muchos autores, como Kant o Darwin.
Otras obras importantes de Nietzsche, además de las ya citadas, son las siguientes:
Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873, publicado póstumamente)
Aurora (1881).
La gaya ciencia (1882).
Más allá del bien y del mal (1886).
Genealogía de la moral (1887).
El Anticristo (1895).
El Crepúsculo de los Ídolos (más info aquí).
Valoración de su actualidad [PARA LA 3º PREGUNTA]
La
filosofía Nietzscheana puede considerarse una de las más geniales
creaciones de la historia del pensamiento. A pesar de que a menudo se
ha confundido su filosofía con el Nihilismo
(la negación y el vacío de valores humanos frente a la vida), su
apuesta clara por al vida y por el individuo ha inspirado a numerosas
teorías contemporáneas, como el Vitalismo
(Ortega), o el Existencialismo
(Sartre). Su crítica tanto a la tradición
occidental como a la religión cristiana son similares a otras que ya
comenzaron a principios del XIX, sin embargo, éstas son, según
Nietzsche, insuficientes. Teorías como la de Hegel o incluso
Schopenhauer (al que en cierto momento consideraba su maestro), no
resultarían más que otra crítica menor y aparente al sistema, del
que serían aún un claro resultado. Nietzsche propone ir más allá,
reformulando el concepto mismo de lo humano, rechazando
definitivamente todos esos valores consolidados de conformismo y
mediocridad.
En
general, puede decirse que la filosofía de Nietzsche es la
formulación completa del irracionalismo.
Su teoría supuso una clara oposición al racionalismo moderno, que
Nietzsce unifica bajo una línea que, arrancando con Sócrates y
Platón, se continuaría con autores como Descartes, Rousseau, Kant y
Hegel. Aceptó numerosos conceptos schopenhauerianos, como la
importancia de la voluntad frente a la razón, pero no comprendió su
"pasividad".
Resulta
curioso el uso de la genialidad nietzscheana que hicieron numerosas
teorías políticas controvertidas. Por un lado, su crítica al
sistema y su propuesta de reformulación fueron utilizados tanto por
las ideologías de izquierda radical (que él rechazaba por
considerarlas
vacías y superfluas),
por el anarquismo de principios de siglo (al que equipara con el
cristianismo, por utilizar la crítica para fomentar el mesianismo),
e incluso por el Nacionalsocialismo (contra el él fue especialmente
combativo). Muchas de sus teorías, como la defensa de los
trabajadores, en un nivel de superación
de la propuesta marxixta, como el concepto de superhombre, fueron
apropiados años más tarde por la propaganda nazi, (quizás gracias
a la inmiscusión política de su hermana y su cuñado). Sin embargo,
cabe señalar, por un lado, que Nietzsche manifestó en todo momento
una clara aversión hacia la hiper-nacionalización que estaba
formándose en Alemania a finales de siglo, llegando incluso a
renunciar a su ciudadanía germana; y por otro lado que el concepto
de superhombre es una idea moral y una actitud frente a la vida, y
nada tiene que ver con connotaciones étnicas de ningún tipo.
CONCEPTOS
FUNDAMENTALES:
Muerte
de Dios,
Eterno
retorno,
Übermensch
(superhombre),
Perspectivismo,
Voluntad
de poder
Crítica a la tradición socrático-platónica.
Nietzsche
plantea una crítica a toda la tradición occidental, sobre todo a
Platón,
ya que considera a este como el origen de dicha civilización y de la
filosofía cristiana. Le culpa de haber traicionado el espíritu
filosófico auténtico (el perspectivismo o la perspectiva de la
vida), introduciendo un planteamiento antinatural y antivital y
negando a la vida los instintos vitales que son sustituidos por unos
valores fuera de este mundo. Al resultado de esta posición la
denomina Nietzsche Nihilismo:
se ha buscado un sentido tan transcendente, supremo, tan absoluto
que, al no conseguirse, se ha suplido con una disparidad de valores
mediocres que nunca terminan de satisfacer al ser humano. La historia
de occidente es considerada la historia de un error, ya que esa línea
socrático-platónica (y crsitiana) se convertiría en el principo
rector de la humanidad durante siglos.
La
crítica a la tradición socrático platónica la realiza desde 3
vertientes :
-
Ámbito
moral. Nietzsche se centra sobre todo
en las valoraciones que se hacen acerca de la realidad. Para éste,
la filosofía platónica contiene una valoración antivital, puesto
que los valores platónicos y
cristianos se fundamentan en otro mundo, imponiendo un orden moral
exterior y expropiando al hombre el derecho que tiene por naturaleza
a generar y crear sus propios valores.
Para justificar esta expropiación, los filósofos dogmáticos
tienen que justificar de alguna forma que el hombre es libre y
responsable ; pero en lugar de partir de que el hombre es libre por
naturaleza (lo cual sería contrario a sus posturas ya que el hombre
podría reclamar un orden moral basado en la vida y en los instintos
vitales), justifican esta libertad a
partir de la culpabilidad. Utilizan
pues la culpabilidad como un arma para mantener sometidos a los
hombres y conservar el orden nihilista. Además, estos valores
tienen un carácter sobrenatural y se les impone al hombre de una
forma absoluta sin posibilidad de cambiarlos. Por eso considera que,
a lo largo de la historia, se ha producido una "inversión
de los valores", comenzando por
Platón, continuando con el crsitianismo y consolidándose con la
filosofía moderna y racionalista.
-
Ámbito
metafísico u ontológico. Para
Nietzsche los conceptos están muy unidos al lenguaje, de ahí la
repetición de los mismos esquemas básicos por diversidad de
filósofos (Dios, Sustancia, Esencia, Existencia, ...) ; en otras
palabras, el parecido que hay entre los
conceptos está motivado por su parecido lingüístico, que
predispone hacia una cierta filosofía.
Así, la estructura sintáctica del lenguaje guía inconscientemente
los sistemas filosóficos, de tal manera que aquellos idiomas que
tienen gramáticas análogas o estructura similar generan filosofías
parecidas. Un ejemplo sería para Nietzsche el parecido entre la
filosofía alemana y la griega, debido a su parecido lingüístico,
frente a la filosofía oriental que posee otros esquemas sintácticos
distintos. Así pues la íntima unión entre los conceptos y el
lenguaje se convierte en un arma engañosa del pensamiento.
-
Ámbito
científico. Nietzsche realiza
también una crítica a las ciencias positivas, a la matematización
de la realidad. Se opone a esta
matematización de la realidad por 2 razones :
-
Cuando medimos y cuantificamos no conocemos la verdad de las cosas,
ya que la verdad nunca es cantidad sino cualidad. El conocimiento
científico no nos permite captar cualitativamente lo real.
-
Cuando cuantificamos lo que logramos descubrir de la realidad es
simplemente lo que nosotros mismos antes hemos considerado, es decir,
cantidades y números.
Así
pues, las ciencias positivas no nos sirven para llegar a la verdad;
además lo más importante para
Nietzsche en el conocimiento, y en el hombre, es aquello que nos
permite fundamentar una valoración de la vida, para lo que no nos es
útil la ciencia positiva. La ciencia
simplemente ha sustituido a la religión en la época moderna y es un
arma que utiliza el poder para someter al individuo.
La voluntad de poder
Frente
al racionalismo tradicional, Nietzsche fundamenta su criterio
de verdad en la
voluntad de poder (en parte tomado de
Schopenhauer),
que él muestra en 2 hechos fundamentales:
-
La
realidad del Universo es múltiple y cambiante (vuelve pues a
pensamientos presocráticos)
-
El
hombre, como parte de ese Universo, está constituido por un
conjunto de impulsos e instintos vitales, que originan una dinámica
o cambio.
Si
el mundo es múltiple, cambiante y aparente, y el hombre está guiado
por esa multiplicidad a través de los instintos, no
podrá existir nunca la verdad absoluta ;
frente a la metafísica platónica y cristiana, Nietzsche reclama una
visión irracional del Universo. La verdad no puede ser algo absoluto
ni definitivo, sino que será siempre relativa, individual, o como él
mismo lo expresó “la verdad consiste
en estar siempre en el error”. Dentro
de esta relatividad, será más verdadera aquella perspectiva que
favorezca la vida, aquella que siga los instintos vitales. El error no puede rechazarse, es más real el error que la suspuesta "vedad"
Aunque
la verdad se mueva siempre en la apariencia, esta apariencia es
necesaria para que el hombre tome su perspectiva vital de seguridad
frente al Universo cambiante; el hombre
necesita buscar la verdad mediante el error para autoafirmarse en sus
instintos vitales frente a la irracionalidad del Universo.
Nietzsche
define la voluntad de poder de esta forma: La
verdad es aquella clase de error sin la que una determinada especie
de seres vivos no podrían vivir. El valor para la vida es lo que
decide en última instancia.
El
platonismo consistiría también en una cierta forma de voluntad de
poder, consistente en defenderse del cambio y la transformación de
este mundo mediante la noción de un Universo imaginario o
suprasensible. Sin embargo, se opone a la postura de Nietzsche, ya
que considera la verdad como única e inmutable. Según éste, la
filosofía platónica ha dado un valor desproporcionado a los
conceptos, provocando la aparición de un mundo ilusorio y falso que
ha ignorado lo vital (Nihilismo).
Para
Nietzsche hay que ser consciente del
valor relativo que tienen los conceptos;
el proceso de formación de un concepto para éste consistiría en:
Por
lo tanto, el lenguaje tiene un valor
metafórico, resultado de un proceso
creativo y estético ; pero siempre tiene una verdad o validez
relativa. Por lo tanto no nos va a permitir captar la verdad de una
forma absoluta, sino tan sólo superar el caos que produce en nuestra
mente el intento de captar aquello que es de por sí cambiante.
El
lenguaje es la única forma de llegar a la verdad, y como tal, tiene
mucha importancia. Nietzsche pretende sustituir los conceptos (fijos
e inmutables) por metáforas (relativas y cambiantes), confiriendo al
lenguaje la función creativa de captar artísticamente el
sentimiento vital y el devenir del Universo; por lo tanto, la verdad
será algo poético (en el sentido griego poiesis
, producción en sentido artístico).
En
la filosofía de Nietzsche, a la concepción metafórica del lenguaje
se une el carácter dionisíaco de la
voluntad de poder. Representa
metafóricamente sus planteamientos vitalistas a través de la
mitología griega, en la que se observa un enfrentamiento entre los
ideales apolíneos
(equilibrio, virtud, racionalidad, ...) y los ideales dionisíacos
(placer, instinto, vitalidad, ...) La filosofía occidental,
encabezada por Platón y Aristóteles reprimió los planteamientos
dionisíacos para ofrecer una visión del mundo apolínea.
Frente a esto, Nietzsche niega los ideales apolíneos y reclama el
triunfo de los ideales dionisíacos mediante la utilización
metafórica del lenguaje como expresión de la voluntad de poder. La
negación de los ideales apolíneos implica la negación
del principio de individuación,
expresado en el platonismo por la idea de uno y sustituida en el
cristianismo por la idea de Dios. Persigue un
ateísmo radical: si
negamos a Dios negamos al uno, y si negamos la idea de uno negamos
los ideales apolíneos y afirmamos la multiplicidad dionisíaca, de
tal manera que cada cual pueda expresar su propia verdad y sus
propios dioses.
El Nihilismo y sus formas.
Nietzsche recurre al concepto de Nihilismo, ya existente como corriente en la Antigua Grecia, representado por la Escuela Cínica y en el Escepticismo. El nihilismo niega lo que pretenda un sentido superior, objetivo o determinista de la existencia puesto que dichos elementos no tienen una explicación verificable. En cambio, es favorable a la perspectiva de un devenir constante o concéntrico de la historia objetiva, sin ninguna finalidad superior o lineal. Es partidario de las ideas vitalistas y lúdicas, de deshacerse de todas las ideas preconcebidas para dar paso a una vida con opciones abiertas de realización, una existencia que no gire en torno a cosas inexistentes. En este sentido el nihilismo no significa creer "en nada", ni pesimismo ni mucho menos "terrorismo" como suele pensarse
Para
Nietzsche el Nihilismo
no es un hecho concreto, una situación determinada, sino todo un
proceso histórico, el resultado de toda una evolución de un
determinado tipo de pensamiento y de una determinada tradición. Del
mismo modo, unido a planteamientos evolucionistas, el
nihilismo es también un proceso evolutivo,
y como tal está inacabado y se presenta como el punto de inflexión
para la creación de un nuevo tipo de pensamiento.
La
época de Nietzsche es el momento en el que irrumpe con más fuerza
el ateísmo, ateísmo que conlleva una pérdida de valores;
por lo tanto, el hombre se encuentra históricamente sin rumbo, sin
poder dotar a la existencia de un sentido que estaba asegurado cuando
prevalecía la creencia en la existencia de Dios.
Hay
que hacer una distinción en la idea de Nihilismo en Nietzsche:
-
Concepto
negativo: Esencia de la cultura
occidental, negación de los valores e instintos vitales mediante la
afirmación del mundo de las ideas a partir de Platón.
-
Concepto
positivo: Reflexión acerca del
proceso anterior, por medio de la cual ha llegado el ateísmo y la
pérdida de valores. Pero esta consideración de la degradación
alcanzada sirve de punto de partida para salir de ella, para iniciar
una valoración de la realidad basada en los instintos vitales
denominada voluntad de poder.
La
voluntad de poder implicará una nueva metafísica, una nueva visión
del ser y del hombre, que se captará mediante las metáforas,
afirmando la muerte de Dios y la concepción dionisiaca del mundo. La
conclusión última que surgirá de la filosofía de Nietzsche se
concretará en la idea del Superhombre,
concepción que tuvo una gran importancia social y política en el
siglo XX hasta el punto de aparecer negativamente en la historia
europea. Sin embargo, hay que señalar que este concepto no va
El
ateísmo de Nietzsche tiene un sentido muy especial, porque al negar
el Dios monoteísta del cristianismo no niega la existencia de otros
conceptos de Dios, sino que afirma el politeísmo.
Su intención es volver a una situación politeísta, similar a la de
la época de los dioses griegos, que hará que el hombre no pierda
conciencia de que los dioses son producto de su creación metafórica.
La
afirmación del politeísmo como característica de la visión de la
nueva raza de hombres, a la que llama superiores, implica la
afirmación de la libertad. El
superhombre para Nietzsche representa la superación del nihilismo,
la superación de la raza de esclavos que regían el mundo hasta
ahora, afirmando la vida mediante voluntad de poder. El nuevo hombre
superior es un estado evolutivo en la etapa de la evolución de las
especies; en el Universo y en la historia se desarrollará una
jerarquía en la que el superhombre implantará su voluntad de poder
sobre los demás.
La transvaloración moral y el ideal del superhombre.
Nietzsche
critica la moral cristiana, reduciéndola a la
moral de la renuncia y el ascetismo. De
ella dice que su verdadero fundamento es el resentimiento, la
rebelión de los inferiores de las clases sometidas y esclavas, de
aquellos a los que les está prohibida la verdadera reacción a la
casta superior y aristocrática., encontrando su compensación en una
venganza imaginaria pero conservando la vida en el estado de
degeneración. El hombre bueno ideal de la moral cristiana, el que
viste poéticamente con su virtud, no es más que otro caso de
resentimiento: cierra los ojos a la realidad, la cual está muy lejos
de provocar a cada momento los instintos de benevolencia. El
último resultado de esta concepción pesimista del mundo es el
nihilismo: se niega la vida y los instintos vitales porque incluyen
dolor.
Rechazando
la actitud de resignación ante la concepción de la vida como dolor,
lucha e irracionalidad, propone la aceptación de la vida tal y como
es, espontáneamente, de ahí la radical crítica a los valores de la
cultura europea en cuanto que nacen de la negación de aquello que la
vida ofrece.
Nietzsche intenta superar las conclusiones pesimistas, exaltando todo
lo terrenal, corpóreo, antiespiritual, irracional, ... con la misma
violencia con que es condenado por la moral ascética. La existencia
del hombre es una existencia enteramente terrena: el hombre ha nacido
para vivir en la tierra y no hay otro mundo para él. El alma no
existe, el verdadero yo del hombre es el cuerpo, al que llama “la
gran razón”. La reivindicación de la naturaleza terrestre del
hombre está implícita en la aceptación total de la vida que es
propia del espíritu dionisiaco.Esta crítica a la religión se
extiende al pensamiento racional y científico; así, en Nietzsche
hay también una de las críticas más radicales al cogito
cartesiano1.
Nietzsche
veía su misión en la transvaloración moral, es decir, en la
inversión de valores. Considera que su
destino es abrir una nueva perspectiva: la vuelta a la vida, la
conquista de un dominio absoluto del hombre sobre la tierra y sobre
el cuerpo, la eliminación del carácter problemático de la vida.
Esta transvaloración moral estará realizada por la voluntad fuerte
y creadora que acepta el riesgo de la destrucción, la voluntad de
poder; la realización de este ideal es el superhombre.
La
primera característica del superhombre es su libertad de espíritu.
Debe librarse de las ataduras y poner todo su anhelo en poder volar
libremente, sin temor, por encima de los hombres, de las costumbres,
de las leyes y de las apreciaciones tradicionales. Su máxima
fundamental es: llega a ser lo que eres;
no ya en la concentración de una elección o de una idea única,
sino en el sentido de la máxima diferenciación de los demás, del
encerrarse en la propia excepcionalidad, de la búsqueda de una
soledad inaccesible. La libertad interior propia del superhombre es
una riqueza de posibilidades diversas, entre las cuales él no
escoge, porque quiere dominarlas y poseerlas todas. De aquí nace la
renuncia a la certeza, que es, en cambio, limitación y renuncia a
las diversas posibilidades de error; de aquí, también, la
profundidad del superhombre, la imposibilidad de centrar su vida
interior, de la que no se alcanza nunca nada más que la máscara.
El
superhombre es el filósofo del futuro. Los obreros de la historia,
como Kant o Hegel, no son verdaderos filósofos; los verdaderos
filósofos son dominadores y legisladores, preestablecen la meta del
hombre, y para hacer esto utilizan los trabajos preparatorios de
todos los obreros de la filosofía y de todos los dominadores del
pasado.
Valoración razonada de su actualidad.
Para razonar en torno a la importancia que Nietzsche tiene aún hoy día, podemos centrarnos en dos ámbitos. En primer lugar podemos señalar su importancia para la propia filosofía. Sus teorías sobre la historia del pensamiento occidental suponen una forma muy actual de interpretar la filosofía tradicional, dado que han sido continuadas por numerosos pensadores (Ortega, el Existencialismo,...) Su crítica al racionalismo y sus propuestas vitalistas siguen inspirando cuestiones filosóficas actuales, como el debate actual entre educación y genética en la conformación del carácter.
Por otro lado, podemos señalar la actualidad que tiene Nietzsche en la cultura en general (fuera ya de los ámbitos académicos). La cultura occidental actual acepta la reivindicación del vitalismo. Lo observamos, por ejemplo, en la publicidad, que nos propone un ideal ser humano vitalista, genial, activo, despreocupado, etc al modo nietzscheano.
Texto de Nietzsche: El crepúsculo de los ídolos
TEXTO DE SELECTIVIDAD
Comparaciones:
Comparación Ortega-Nietzsche
Examen Selectividad Reserva 2015 - Nietzsche
EJERCICIOS SOBRE NIETZSCHE:
Test Biografía (Webdianoia)
Test de ideas principales