Gómez Pereira (1500 – ¿1558?) fue un filósofo, médico y humanista español, natural de Medina del Campo.1 Fue un afamado profesional de la medicina, aunque dedicó su tiempo a ocupaciones muy diversas, como los negocios, la ingeniería y, sobre todo, la filosofía. En el campo de la medicina fue un claro exponente del rechazo de los conceptos medievales y proponiendo la aplicación de métodos empíricos; por lo que se refiere a la filosofía, es de orientación nominalista y sus razonamientos son un claro precedente de la corriente cartesiana.No se sabe mucho de su vida, porque no hubo quien recogiera su semblanza por escrito; lo que se sabe de él es el resultado de la investigación de documentos inconexos a los que diversos investigadores han dado cuerpo, muchos de ellos relacionados con pleitos o negocios. Gómez Pereira estudió filosofía natural en la Universidad de Salamanca con el profesor Juan Martínez Silíceo (luego arzobispo de Toledo entre 1545 y 1557); allí, al parecer, intervino activamente en las disputas entre realistas y nominalistas, inclinándose por estos últimos al rechazar la autoridad de los viejos maestros frente al conocimiento que proporciona la experiencia y la razón. También estudió medicina en la misma universidad, concluyendo en el año 1520 sus estudios. De la unión de filosofía y medicina surgió la original forma de discurrir de Gómez Pereira, que, como hemos comentado, rechazaba el criterio de autoridad de los viejos maestros antiguos y medievales y aplicaba la razón, la lógica y la experiencia. Por otra parte, para exponer sus ideas se servía a menudo de paradojas y silogismos que dejaban al descubierto los errores de aquellos a quienes cuestionaba, de modo que es posible afirmar que sus argumentaciones eran más negativas que positivas, innegable, pero explicable en el contexto de represión ideológica y religiosa, incluso bajo la amenaza de veladas acusaciones por su origen, como hemos visto, que vivió este personaje en la Castilla del siglo XVI. El famoso ensayista Menéndez Pelayo llegó a escribir sobre este insigne pensador:6
Gómez Pereira formuló casi de modo idéntico y con anterioridad a Descartes, 1554, el célebre principio cogito ergo sum, ("pienso, luego existo"),7 elemento esencial del racionalismo occidental,
La historia no le ha reconocido hasta la fecha esta aportación, a pesar de que Descartes ya fue acusado en su siglo por tan evidente plagio, entre otros por Pierre Daniel Huet.8 "Antoniana Margarita"Artículo principal: Antoniana Margarita Una obra que fue reeditada numerosas veces y que, sin embargo no fue traducida al castellano hasta el año 2000 (con motivo del quinto centenario del nacimiento de su autor; la obra editada es facsimilar y bilingüe).9 Está dedicada a su maestro Juan Martínez Silíceo y, a su vez, el título es un homenaje a sus padres, Antonio y Margarita; aunque en el subtítulo intenta explicar el contenido del libro: "una obra tan útil como necesaria a médicos, físicos y teólogos" (Opus nempe phisicis, medicis ac teologis, non minus utile quam neccessarium). Es un tratado muy difícil de leer, pues carece de capítulos o apartados; según parece, al ser un cristiano nuevo y exponer ideas que parten del empirismo, hasta llegar al rozar el materialismo, Gómez Pereira quiso esconder un poco sus razonamientos, dado que, la sociedad y el estado en el que vivía (Castilla en el siglo XVI, el concilio de Trento ya iniciado...), podrían rechazarlos y no se atrevió a desarrollarlos hasta sus últimas consecuencias. Es un tratado, de filosofía en el que aborda tres temas fundamentales: el “automatismo de las bestias” la teoría del conocimiento humano y la inmortalidad del alma. |